Consejos para aumentar la confianza del usuario por el COVID-19

Desde el inicio del año 2020 el escenario económico mundial ha cambiado producto de la pandemia ocasionada por Covid-19. El virus que comenzó en China rápidamente se expandió a todos los demás países del mundo generando que los gobiernos tomaran medidas de confinamiento con la finalidad de mitigar la propagación de la enfermedad, lo cual condujo a una diminución del consumo interno de bienes y servicios en cada país, adicionalmente, el comercio internacional se vio afectado debido a los rezagos que experimentaron las cadenas de suministro entre las principales economías globales.

Tales efectos han sido particularmente diferentes según el nivel de afectación que han experimentado los sistemas de salud de los países por la pandemia, en conjunto de los que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo. Si bien la magnitud de las perturbaciones varía en función de la región en donde se encuentren, la crisis ocasionada dejó en evidencia que un suceso que en principio parecía muy distante para muchas otras naciones como las que conforman Latinoamérica, terminó influyendo directamente en los aspectos económicos de la mayoría de estas.

En ese sentido, la confianza de los consumidores fue cambiando en la medida que se adaptaban a nuevas situaciones derivadas de lo que se denomina “nueva normalidad”, es decir todas las consideraciones que se deben tener al momento de actuar socialmente, esa conducta generó un incremento de las transacciones digitales porque la mayoría de las personas que antes estaban acostumbradas a comprar en tiendas físicas, se vieron imposibilitadas para salir de sus casas y por consiguiente, encontraron posibilidades recientes para adquirir productos y servicios a distancia mediante el uso de páginas web, aplicaciones o redes sociales que ofrecen una variedad de oportunidades.

Esa situación conllevó un reto para las instituciones bancarias para realizar los mantenimientos necesarios en sus plataformas digitales, de manera que soportaran el incremento en el volumen de transacciones que realizaban las personas desde la comodidad de sus casas y que efectivamente lograran ejecutar sus compras de forma satisfactoria, adicionalmente, cambiaron los planteamientos técnicos en cuanto a los márgenes de seguridad que se deben tomar en cuenta al momento de salvaguardar las operaciones, si bien las medidas para mitigar las exposiciones al fraude son elevadas antes de la pandemia, al incrementarse la cantidad de nuevas operaciones ese riesgo aumenta en la misma proporción, por lo que revisar las políticas para atender y reguardar la seguridad de los consumidores es algo de vital importancia para mantener una adecuada reputación en los sistemas bancarios.

Es de resaltar que antes del inicio de la pandemia para los bancos los costos relacionados con la mitigación de los fraudes ya eran altos, sin embargo, este aspecto se puede agravar y así conducir a un incremento en las consecuencias que ocasionan la vulneración de los sistemas, arriesgándose a que sus clientes abandonen estos canales si los estafadores los comprometen.

La pandemia por Covid-19 presentó nuevas oportunidades para que los bancos ofrecieran productos que reflejaran adecuada solidez institucional para lograr obtener alto niveles de confianza por parte de sus clientes, logrando de esa manera adaptarse rápidamente a la nueva normalidad, por lo cual, todos los agentes económicos obtuvieron avances al recibir mejores servicios financieros, sobre todo aquellos directamente relacionados con la economía digital.

Eso significa que los sistemas bancarios continuarán observando un aumento del volumen de operaciones en línea de nuevos usuarios debido a los patrones que han adquirido desde el año 2020 hasta el presente; sin embargo, esa situación ocasiona que aumenten los intentos de fraudes por parte de algunas personas que quieren tomar ventaja en la nueva normalidad, por lo tanto, las instituciones bancarias deben adoptar nuevas y mejores medidas para proteger a sus clientes y exponer aquellos estafadores que pretendan intentar vulnerar las plataformas o medios digitales que ofrecen.

Por consiguiente, se requiere que las instituciones financieras creen una nueva confianza digital con su base de clientes, suministrando las facilidades para que puedan ir cambiando los canales conversadores de pago hacia la banca en línea o móvil, siempre tomando en cuenta la seguridad de la información como prioridad y así mantener al margen los intentos de fraudes por parte de estafadores, en ese sentido de mencionan algunos aspectos que se deben tomar en cuenta al momento de ofrecer servicios financieros digitales, a saber:

1) Confianza Digital

Los bancos deben asegurarse de que sus recursos internos estén lo suficientemente preparados para hacer frente a las necesidades de los clientes que todavía están aprendiendo a usar los distintos medios digitales, en ese sentido, la confianza y apoyo que ofrezcan a este tipo de cliente será ampliamente aceptado positivamente, debido a que conocen que los estafadores son notoriamente creativos en sus esfuerzos para cometer fraudes y siempre estarán listos para aprovechar las crisis que surjan para realizar sus actividades ilícitas, por lo tanto, las Instituciones bancaria requieren trabajar duro para ganarse la fidelidad de sus usuarios al invertir en los sistemas que necesitan para luchar contra personas inescrupulosas.

2) Crear Nuevas Oportunidades

Diseñar un perfil bancario de cada usuario con la información que se obtiene de las transacciones que realizan, cuando mayor cantidad de datos se tenga disponible mayor será la capacidad de ofrecer productos personalizados para detectar y reaccionar ante los intentos de fraudes, es de resaltar que el uso de la banca digital permite a los bancos obtener una robusta base de datos que garanticen realizar los análisis respectivos para ejecutar las políticas que vayan dirigidas a ganarse la confianza de sus clientes mediante la innovación.

3) Adaptación

Los estafadores constantemente adquieren habilidades para intentar vulnerar los sistemas, es por ello que se requiere estar atento a nuevas malas prácticas para así evitar que abusen de plataformas tecnológicas, de esa manera, las entidades bancarias requieren contar con las más adecuadas y modernas herramientas para lograr detectar actividades sospechosas a los fines de mantener una sólida imagen ante los nuevos usuarios digitales.

Por las razones antes expuestas es que los bancos deben tener robustas herramientas para la prevención del fraude por medio de canales electrónicos y móviles, para poder crear una evaluación de redes, realizar inteligencia artificial híbrida y aprendizaje profundo para crear una huella digital del usuario.

Artículo generado por SmartSoft