Panamá, la niña mimada de los tiburones del fintech y las criptomonedas

Panamá es un país objetivo para los emisores de criptomonedas y fintech, los principales elementos que la convierten en foco son la ausencia de banca central, la libre circulación del dólar, el interés en modernizar la legislación financiera y su poderosa conectividad internacional.

Entendamos por fintech en español (tecnología financiera) a las nuevas aplicaciones, procesos, productos o modelos de negocios en la industria de los servicios financieros, compuestos de uno o más servicios financieros complementarios y puestos a disposición del público vía Internet.

No hay sector que se salve de la disrupción tecnológica y en el sector financiero lo saben. Con la aparición de las denominadas fintech, es decir, las soluciones tecnológicas aplicadas a los servicios financieros.

Panamá quiere convertirse en un hub para que empresas fintech lleguen y puedan crecer dentro del país, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Al mismo tiempo se trabajan una serie de acuerdos y leyes para regular estas instituciones.

Las nuevas regulaciones buscarán mejorar de los servicios y mercancías que ofrecen las fintech. Los objetivos que persiguen las fintech es evitar el desarrollo de la economía informal, la prevención de lavado de dinero, innovaciones pequeñas, y la inclusión de otros países a la región.

Esta tendencia representa la llegada de nuevos jugadores al mercado financiero, dominado por grandes empresas con amplia tradición y millonarias carteras.

Los inversores y expertos en tecnología panameños en un corto tiempo han visto desfilar y escuchado a varios de los exponentes de las emisiones digitales de divisas y de las tecnologías financieras que prometen eliminar el papel moneda y la inflación en el mundo en 2034, al decir del CEO de DigitalX, Leigh Travers.

DigitalX es el primer fondo de inversión en criptomonedas del mundo en estar listado en una Bolsa, la de Australia, lo que le da certidumbre a los que les compran sobre el riesgo, pues las reglas del juego están claras y los costes por intermediación son atractivos, ocho ceros a la derecha del punto decimal por cada dólar.

Travers, que habló con Efe en Panamá, dijo que es “muy posible” que en agosto próximo pueda lanzar un fondo de inversión desde el país centroamericano si se aprueba la ley de modernización del sistema financiero, que incorporará la regulación de las criptomonedas y la tecnología financiera o “fintech”, entre otras.

Pero no es el único que “está clarito” con lo que ofrece Panamá, el 24 de mayo se celebraró en este país el segundo Digital Business Day, que ofrece a los empresarios “soluciones para una transformación digital de sus procesos”.

“Inteligencia artificial y servicios cognitivos, Analítica geoespacial” son algunas de las materias que en ocho horas impartieron expertos, varios de la firma Microsoft.

Su responsable, Héctor Cotes, reconoció que es necesario adoptar la nueva tecnología fintech, criptomonedas, blokchain y otros, porque la mayoría de esos jugadores no se encuentran en Panamá.

“Si no aprovechamos las oportunidades otros las aprovecharán y nos quedaremos atrás”, enfatizó Cotes.

El viceministro de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, aseguró en la Conferencia de París contra el Financiamiento del Terrorismo, celebrada en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 25 y 26 de abril pasado, que Panamá regulará el emergente sector fintech.

Casi en la clandestinidad, porque el país no tiene todavía regulación, un grupo de jóvenes creó Natan, la primera criptomoneda panameña que en principio se utilizará para el pago de educación a distancia, según publicó recientemente La Estrella de Panamá.

El director ejecutivo y fundador de Natan Edu, el joven angoleño Osmar Major, dijo que crearon “el primer proyecto a nivel mundial que une la educación en todas las áreas al blockchain, con la finalidad de mejorar el rendimiento de los estudiantes y facilitar una mejor explicación por parte de los educadores”.

Natan es una criptomoneda que se utilizará como método de pago para cursos digitales en una plataforma descentralizada con blockchain.

Major, 22 años, se alió en 2017 a Marcos Pineda, panameño de 24 años, quien explicó que toda persona que desee ser accionista del proyecto debe hacer una inversión mínima de 5.000 dólares, con lo que obtendría hasta 17 por ciento de participación.

DigitalX también considera abrir su emisión con una inversión de unos 5.000 a 10.000 dólares para adquirir las criptomonedas.

Los israelíes son jugadores a tener en cuenta, porque ya llevan dos años celebrando en Panamá la Conferencia y Exposición Internacional de Cybertech América Latina, que en esta edición se dedicó a fintech, e-commerce, internet of things, protección de infraestructura crítica, inversiones, nubes, redes y más.

Allí expuso Ziv Aviram, cofundador de MobilEye, vendida a Intel en 2017 por 15.300 millones de dólares, la mayor valuación por la adquisición de una empresa Hi Tech de Israel.

El pasado 10 de mayo, Panamá reunió en el Tech Day Tour a cientos de profesionales en Tecnologías de la Información (TI) del sector público y privado bajo la temática “las TI están por todas partes”.

En evento se presentó Tom Cochran, exdirector de tecnología digital de la Casa Blanca, en el gobierno de Barack Obama, y jefe de Estrategias Digitales y vicepresidente del Sector Público de Acquia, el proveedor líder de soluciones de gestión de experiencia digital basadas en la nube.

Otro fue Will Madden, presidente ejecutivo (CEO) de Bridge21 y reconocido experto en blockchain y fintech.

Los cambios también serán previstos por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y la Asociación Bancaria de Panamá, a nivel de auditoría interna y evaluación de riesgos, en el XXII Congreso Latinoamericano de la especialidad esta semana.

Fuente: Inversión Finanzas