¿Qué es la hawala?

Este mecanismo financiero informal tiene siglos de historia y es uno de los que más mueve dinero alrededor del mundo, pero en qué consiste y quienes son sus actores, esto es un tema que tocaremos en este blog.

Para poder llevar a cabo la hawala no se necesitan bancos, ni Exchange monetario, ni formularios y mucho menos pagar altas comisiones. Solo se necesita un emisort y un receptor y al menos dos personas intermediarias.

En resumen, ese es el Hawala, un sistema de intercambio de divisas con siglos de historia y este surgió muchísimo antes de la banca tradicional, sobreviviendo todo este tiempo no solo gracias a su aparente sencillez sino también a los múltiples beneficios para quienes lo utilizan.

Este sistema llega a mover millones de dólares en todo el mundo sin que se sepa con exactitud los montos ni quiénes los manejan, ya que una de sus claves es que sus intermediarios raramente dejan registros de las transacciones o de sus usuarios. Representando un obstáculo a la hora de rastrear el origen y destino del dinero, lo que puede prestarse a posibles operaciones de lavado de dinero, tráfico de drogas y financiamiento del terrorismo.

Aunque en sí el Hawala no está conectado a estas actividades, ni nació para ese propósito, puede ser un instrumento de provecho para las organizaciones criminales quienes buscan mecanismos como el Hwala para poder mover dinero sin llegar a ser rastreados.

Su uso se da más en la zona oriental, más explícitamente en el golfo Pérsico, el cuerno de África, el sur de Asia.

El Hawala permite que una persona que este en New York pueda enviar dinero a Islamabad sin necesidad siquiera de tener una cuenta bancaria, este sistema funciona en paralelo a los sistemas bancarios y se basa en valores y la confianza compartida por sus intermediarios, conocidos como halawadars.

Para poder enviar el dinero la persona solo tiene que ponerse en contacto como uno de los hawalador local y entregarle el dinero en dólares junto con una contraseña previamente acordada entre el emisor y el receptor.

El hawalador local entra en contacto con un colega en la ciudad de Pakistan, para comunicarle el monto y la contraseña y así proceder con la transacción. El segundo hawalador le hace entrega al destinatario el monto equivalente en rupias pakistaníes, sonde se asegura de entregarle el dinero a la persona correcta preguntándole la contraseña. Toda transacción se hace en cuestión de horas.

Los hawaladars se quedan con una pequeña comisión, el emisor se ahorra las comisiones de los bancos tradicionales y el receptor puede hacer uso del dinero de inmediato y como mejor le convenga.

Un sistema para evitar robos

Los orígenes de la hawala no están claros, pero hay quienes lo asocian con India en el marco de la Ruta de la Seda desde el siglo VIII d.C.

La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales que conectaban el lejano oriente y el sudeste de Asia con África y Europa.

Los robos y el pillaje eran ser frecuentes, por lo que comerciantes indios, árabes y musulmanes ideaban distintas formas de proteger sus ganancias.

La palabra hawala en sí significa “cambiar” o “transformar”.

Los comerciantes usaban una contraseña, que podía ser un objeto, una palabra o un gesto y que se complementaba con otra igual, similar o complementaria por parte del receptor.De esta forma, se aseguraban de que el dinero o los bienes que querían intercambiar cayesen en las manos correctas.

Este sistema es tan antiguo que, para ponerlo en contexto, antecede por mucho al Banco de Indostán, el primero banco establecido en Calcula, India, a finales del siglo XVIII.

Hoy, con el auge de las tecnologías, es más fácil realizar estas operaciones. Y en vez de contraseñas se envían códigos por transacción a través de aplicaciones de mensajería instantánea.

Los hawaladars no necesariamente son banqueros. Usualmente hacen este tipo de negocios en paralelo a otras actividades comerciales y sus centros de trabajo pueden ser locales tan mundanos como una tienda de comestibles, una lavandería o una agencia de viajes en una calle cualquiera de Nueva York, Dubái o París.

Fuente: BBC News