Ciberseguridad en la banca

Establecer controles y políticas adecuados para reducir el riesgo de ciberseguridad es tanto una cuestión de cultura organizacional como de implementar el conjunto de herramientas adecuado. Esto significa que la seguridad de la información deber ser la prioridad en todas las áreas de la empresa. Desarrollar una estrategia de ciberseguridad sólida proporciona insights de las amenazas y ayuda a garantizar la conformidad normativa. Para combatir el aumento de las amenazas y el fraude cibernéticos, la industria financiera necesita herramientas de detección de fraudes y conformidad normativa impulsadas por IA, junto con una postura de seguridad cibernética integral y multicapa para identificar y resolver problemas rápidamente y a escala. IBM

Una de las mayores preocupaciones para empresas y organizaciones de todo tipo, tamaño y sector es cómo mantener protegidos los datos personales y la información sensible de cientos de miles de usuarios, clientes y consumidores que confían en ellas para realizar sus transacciones cotidianas a través de diversos canales y plataformas, muchos de ellos digitales.

En el caso de los bancos y entidades financieras, su vulnerabilidad es aún más compleja y crítica: los múltiples flancos que deben cubrir y las particularidades de cada uno de ellos, los diversos tipos de ataque a los que se ven expuestas y las consecuencias potenciales para sus clientes y sus operaciones, convierten en un asunto clave el tipo de aproximación y el enfoque que se hagan del problema.

Una de las amenazas con alto potencial de daño para la confianza y seguridad son los ataques dirigidos a blancos específicos, que pueden lastimar severamente la reputación de la institución financiera y la confianza del cliente en el servicio.
A este ya complejo escenario se suma el trabajo remoto de los empleados bancarios, que significa otra posible ventana de acceso a las redes de la organización para hackers y ciberdelincuentes de todo tipo.

Este enfoque implica que la gestión de los dispositivos y de la infraestructura se ejecuta desde un único centro que permite realizar acciones de forma remota para establecer rápidamente nuevas defensas, segmentar el área afectada en lugar de toda la red o implementar nuevos cortafuegos.