Riesgos emergentes en el entorno financiero para el 2023

Riesgos emergentes en 2023: los retos del sector de riesgos en el entorno financiero 

El sector de riesgos en el entorno financiero necesita una visión global de la evolución de los riesgos emergentes a lo largo del pasado reciente, para enfrentarse al futuro con garantías. 

El presente artículo ofrece una mirada hacia el futuro de los principales riesgos emergentes que representan una mayor criticidad para las entidades financieras de cara a 2023, con inicio en el pasado y según el modelo PESTEL: 

  • Políticos. 
  • Económicos. 
  • Sociales. 
  • Tecnológicos. 
  • Ambientales. 
  • Legales. 

¿Qué son los riesgos emergentes?

Según la IRGC (International Risk Gobernance Council), un riesgo emergente es un “riesgo nuevo o familiar que se hace evidente bajo condiciones nuevas o no familiares”. 

En general, se entiende por riesgos emergentes: 

  • Los desconocidos o no considerados con anterioridad. 
  • Los que, aun siendo conocidos, presentan una evolución inesperada. 

Sus efectos se presentan en forma de factores PESTAL: políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ambientales y legales. 

Estado de la cuestión en Latinoamérica, entre el 2019 y el 2021

Para analizarlo, es necesario tener en cuenta ciertos factores: 

  • El panorama social, económico y político mundial es convulso y cambiante. Esto hace que las preocupaciones de la sociedad varíen de un periodo a otro.  
  • No significa que ciertos riesgos desaparezcan, sino que el foco de atención se centra en otros aspectos, dejando algunos desatendidos. 
  • Por efectos de la globalización, los riesgos de un país pueden suponer un peligro para el resto. 
  • Sucesos que tienen lugar en un ámbito pueden ejercer un efecto dominó sobre los demás.  

Entre los riesgos que más preocupan, destacan: 

  • Políticos: el interés por los conflictos interestatales de 2020 se traducirá en la preocupación por la confrontación geopolítica de este 2022, debida a la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania. 
  • Económicos y legales: la región sufre muy duramente los efectos de la pandemia. La CEPAL prevé un incremento del endeudamiento del 68,9% al 79,3% del PIB, para 2019 y 2020. Existe un enorme peligro de convertirse en la región más endeudada del mundo desarrollado. 
  • Sociales: la sociedad aún tiene mucho miedo a la COVID, a pesar de las vacunas y de que el virus va perdiendo fuerza. El temor ante un nuevo rebrote que provoque la reactivación de la pandemia está latente. 
  • Tecnológicos: los expertos destacan la concentración de potencia digital, fallos de seguridad que provoquen ataques cibernéticos y fraude o robo de datos. 
  • Ambientales: centran la atención en los últimos años, destacando la lucha perdida contra el cambio climático. 

Gestión de riesgos en el pasado reciente

En los últimos años, el modo de neutralizar o minimizar los riesgos principales ha sido el siguiente: 

  • Fracaso en la lucha contra el cambio climático: involucra a la sostenibilidad, TI, riesgo crédito y reputación, gestión integral de riesgos, CN y SI. Se palia con un modelo de madurez de entidades responsables, continuidad del negocio, sostenibilidad y crédito. 
  • Aumento en la frecuencia y severidad de ataques cibernéticos contra entidades bancarias: se gestiona mediante la ciberseguridad, con un modelo cuantitativo y capas de control. 
  • Enfermedades infecciosas: requiere una continuidad de negocios, con un comité de crisis y un protocolo de actuación. 
  • Inestabilidad social: similar al anterior en cuanto a que necesita la misma gestión asociada y requiere de un comité de crisis, además de una estrategia de continuidad. 
  • Fragilidad de los fundamentos macroeconómicos: precisa una gestión de crédito y finanzas y requiere de un seguimiento de la Junta Directiva. 

Aprendiendo del pasado, podemos deducir que los futuros riesgos a los que deberá hacer frente tanto las entidades financieras como la sociedad en general – en sus diferentes ámbitos – pueden requerir soluciones similares e involucrar gestiones paralelas. 

Riesgos emergentes en América Latina, en 2022

Durante este 2022, América Latina está enfrentando los siguientes riesgos -con efecto mundial-: 

  • La guerra en Ucrania. 
  • El aumento de la inflación.  
  • Unas condiciones financieras muy restrictivas. 
  • Incremento del desempleo. 
  • La desaceleración económica de sus principales socios comerciales. 
  • El descontento social que estos problemas causan. 

El aumento de la inflación provoca una pérdida de poder adquisitivo que los gobiernos combaten con políticas monetarias muy restrictivas. Quieren evitar una brecha mayor en la sociedad y proteger a las personas con un nivel social más bajo. 

Justo antes de la guerra en Europa, el mundo salía de una pandemia sin precedentes. La consecuencia fue un debilitamiento de nuestra economía, cuyos efectos se estaban empezando a revertir y que, de nuevo, se ha visto frenada. 

Es importante destacar que los principales bancos centrales latinoamericanos han minimizado los riesgos de la inflación, ofreciendo una respuesta mucho más rápida que en situaciones previas o que otras economías emergentes. Esto ha evitado el aumento disparado de la inflación en un futuro próximo. 

Riesgos a nivel tecnológico

Durante el 2022, las incidencias más significativas por país son las siguientes: 

  • Perú, 18%. 
  • México, 17%. 
  • Colombia, 12%. 
  • Argentina, 11%. 
  • Ecuador, 9%. 

Según una muestra de más de 2.000 empresarios latinoamericanos encuestados por ESET, los riesgos que más preocupan durante este 2022 son: 

  • El 60% se siente amenazado por códigos maliciosos, sobre todo, en lo que respecta a la ciberseguridad. 
  • El robo de la información centra la atención del 60%. 
  • Los dos millones de troyanos detectados preocupan al 59%. 
  • El phishing es mencionado por el 46%, con diez mil detecciones cada día. 
  • Un 27% se ve amenazado por la falta de disponibilidad de servicios críticos. 
  • El 16% denuncia un uso inapropiado de la infraestructura. 
el crimen financiero en este 2023

Tanto el gobierno de Costa Rica como el Senado de Puerto Rico han reportado varias incidencias debidas al malware. 

Por lo que respecta al spyware, los datos y la información -incluyendo la financiera y la crediticia- son considerados “el nuevo oro” y posibles víctimas de un ataque. De hecho, el cibererespionaje es un problema bastante reciente, con tendencia al alza.  

Algunas entidades gubernamentales de Colombia lo han sufrido durante este año, pero también más de 13.000 usuarios en Brasil y unos 3.000 en Argentina fueron atacados con código malicioso tipo infostealer. 

Mientras, se percibe una pequeña caída en cuanto a detecciones de troyanos, aunque cabe esperar que esté motivada por la adopción de mejores medidas de seguridad. Por tanto, es posible que los ciberdelincuentes se especialicen y mejoren para evitar esta barrera. 

Previsiones de riesgos para 2023

Veamos cómo los distintos riesgos van a afectar a Latinoamérica, en todos los ámbitos.

Riesgos a nivel económico

  • La guerra ofrece un panorama cada vez más complicado y el resto del mundo aguanta la respiración: de no finalizar en breve, la políticas monetarias se endurecerían, comenzando por los Estados Unidos. Para Latinoamérica, podría suponer más evasión de capitales y menos inversión pública.
  • Nuestra desaceleración está siendo del 2,5%. Sin embargo, la crisis económica de uno de los destinos de nuestras exportaciones, China, podría ser devastadora para Latinoamérica.
  • Por lo que respecta al PIB, el Banco Mundial prevé que aumente un 3% en 2022 y descienda un 1,6%, en 2023.
  • Los precios de las materias primas -sobre todo, energía y alimentos- suben en 2022 un 16,9% más que en enero del 2020. Esto provoca que la inflación llegue a un récord histórico en mayo de 2022, con un 9,8% -casi la mayor de los últimos 20 años-. Aun así, la previsión es tenerla controlada para finales de 2023.
  • La posible apreciación del dólar y el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos perjudicaría a toda Latinoamérica.

Riesgos a nivel social

  • Las restricciones económicas aumentan la desigualdad social. La luz y los alimentos suben y hay que pagarlos con un sueldo igual de bajo o en desempleo.
  • Según la CEPAL, el riesgo de pobreza amenaza a casi ocho millones de personas más, que se sumarían a los 86,4 millones que ya no consiguen hacer frente a la situación económica y a la precariedad laboral.
  • Este malestar incrementa la presión en una sociedad ya dividida por la brecha salarial, acuciada por un empeoramiento que se prolonga varios años y unos sistemas políticos que no son capaces de ofrecer soluciones. El ambiente está caldeado y existe peligro de revueltas y enfrentamientos.

Riesgos políticos

  • Los gobiernos pretenden minimizar el impacto de la situación en los hogares más desfavorecidos. Para ello, un 40% han introducido medidas fiscales, como una reducción de impuestos. En algunos casos, alcanza el 0,3% del PIB.
  • También intentan aminorar la presión de la subida de precios a nivel internacional, para que no se les haga tan difícil, a riesgo de una política fiscal ya debilitada y haciendo equilibrio con el endeudamiento público.
  • Esto puede suponer una crisis de deuda pública. No existe una consolidación de la política fiscal y un mayor aumento del gasto pondría la balanza de los distintos gobiernos en déficit.
  • Según el Banco Mundial, las transferencias mal dirigidas, las deficiencias en las contrataciones públicas y las políticas de recursos humanos ineficientes desperdician un 4,4% del PIB.

Riesgos legales

Existen problemas que afectan a diversos países de América Latina:

  • La ultraderecha llega al poder en Perú, con un Parlamento muy dividido.
  • Problemas con la aprobación de la Constitución en Chile.
  • Presidente de izquierdas, por primera vez en Colombia.
  • Elecciones en Brasil.

Los riesgos más inmediatos son las tensiones sociales, las políticas económicas de países como México, Colombia o Brasil y esto podría desembocar en una reducción del PIB.

Riesgos tecnológicos

El reto para 2023 sería reducir las cifras de incidencia por país, blindándose con tecnología capaz de neutralizar las distintas amenazas, ya que el 48% de los encuestados por ESET durante 2022 ha sido una víctima.

Un 63% de los empresarios considera que el presupuesto destinado a esta partida es insuficiente, a pesar de que, en el 36% de los casos, ha aumentado con respecto a años anteriores.

Las prácticas más comunes en cuanto a la gestión de riesgos son las siguientes:

  • El 68% de las empresas ha actualizado sus aplicaciones.
  • El 44% ha realizado auditorías internas o externas.
  • El 37% cuenta con planes de respuesta a incidentes y de continuidad en el negocio.
  • El 27% dispone de sistemas de clasificación de la información.

Pero aún existe un 6% de empresas que no toman medidas. 2023 debe ser el año que invierta esta tendencia y en el que se comiencen a poner en práctica políticas de gestión de la seguridad en la red o de incrementar las medidas ya tomadas en años anteriores.

Conclusión

El gran reto de América Latina de cara a 2023 es controlar la deuda pública y reorganizar la política fiscal, mientras que se mantienen las inversiones en sanidad, educación y programas sociales.

El aumento del coste de las materias primas -sobre todo los alimentos y la energía- y la pérdida de poder adquisitivo que esto provoca a muchas familias, junto con el aumento del desempleo, está causando un malestar social que podría verse agravado si no se solucionan los conflictos a nivel internacional y no se plantean políticas económicas adecuadas.

Por lo que a los riesgos tecnológicos respecta, cabría esperar una mejora en las cifras de soluciones de seguridad utilizadas por las distintas empresas. Algunas son:

  • Backup de la información.
  • EDR (Endpoint Detection and Response).
  • Tecnología de cifrado.
  • Soluciones para móviles. 
  • Soluciones de doble autenticación.

Las lecciones aprendidas de 2020 y 2021 han sido puestas en práctica en 2022, con los nuevos retos que se nos han presentado.

De cara a 2023 hay que hacer hincapié en el cambio en el entorno laboral -empresa y casa-, ampliando la seguridad a ambos espacios y protegiendo la información.

No hay duda de que la delincuencia a nivel tecnológico ha cambiado mucho, pero sigue en constante evolución. Por dicho motivo, es imprescindible que la seguridad para paliar o evitar sus efectos continúe por el mismo camino: mejorar las VPN, la protección de la identidad y evitar el fraude y el robo, como prevenciones principales.

Crea tu propia encuesta de comentarios de usuarios
Fuentes • World Economic Forum (2019-2022). The Global Risks Report. • Marsh. La gestión de riesgos en Latinoamérica. Evolución, tendencias y oportunidades. • Banco de España (2022). Informe de Economía Latinoamericana. Primer semestre de 2022. • Centro Estudios Internacionales UC (2022). Riesgo político América Latina. • ESET (2022). Security Report Latinoamérica.

Conozca nuestras soluciones de prevención de crimen financiero en smartsoftint.com